martes, 16 de junio de 2020

Padre de Familia 3

Dia Dos

1:30 PM Como todos los días desde hace años, Facundo se encuentra en la esquina de una calle concurrida, donde pide caridad de la gente que pasa por ahí. Es un hombre robusto de unos 55 años, huele mal, es alcohólico y adicto a drogas duras, no piensa bien pero tampoco es tonto. Esta pasando por una resaca producida por la falta de drogas y alcohol, necesita dinero urgente todo su cuerpo le duele. Si a eso le sumamos el calor del medio dia que es insoportable. Las personas empiezan a pasar de prisa a su lado el solo levanta la mano pidiendo, no tiene fuerza para levantarse, su cabeza está muy adolorida debido a la “cruda” de drogas. Sentado en esa esquina a pleno sol. De pronto una figura se acerca a el, su sombra le protege la vista del sol y no alcanza a ver bien. Es una jovencita del colegio. Le extiende la mano y le ofrece un billete de 10 dolares.

-Tomalo viejo amigo, me imagino que estas con “cruda”, no tengo mucho tiempo ya que la “criada” vendrá por mi. Pero mañana tratare de explicarte todo. Se que no me lo creeras ahora. Necesito que encuentres a “El Keno”. Tu amigo, seguramente se comportara raro pero mañana hablaremos, tengo un plan para ti, me voy. Toma el dinero y úsalo bien, de momento es todo lo que te puedo dar.

Facundo tomo el billete y se quedó sin decir nada cuando la jovencita corrió a la puerta del colegio y se subio a un coche. -¿Buscar a “El Keno”?- La última vez que vio a su amigo fue desde el dia anterior y se comportaba muy raro, lloraba y gritaba locuras, la policía se lo llevo cuando intento entrar a la escuela, desde entonces no sabía nada de él.

Esther
Dia Dos

Cuando Esther llego al colegio por Juliana, no se encontraba frente a la puerta como es usual, estaba platicando con un vagabundo en la esquina. Vio que entrego algo y corrió al coche. 

-Hola señorita Juliana ¿se encuentra bien?
-Me encuentro genial y tu ¿Cómo estas?- Al formular la pregunta miro a Ester de pies a cabeza pero sus ojos se quedaron en las piernas –Veo que muy bien…
-Si… ¿Qué hacia con ese hombre?
-Tu no te preocupes, solo le daba unas monedas para que comiera, pobre hombre. Pero, háblame de ti ¿tienes novio? Si lo tienes a de ser muy feliz a tu lado- Su mano se puso en el muslo de Esther y sonreía de forma extraña. Su mirada era de perversión y parecía saborear con los labios.
-Sabe bien que si tengo novio señorita, ¿Por qué lo pregunta?
-Solo es por hacer platica, ya sabes, cosas de chicas, pero es mejor que conduzcas a casa ya quiero llegar- Se reacomodo en el asiento de coche y solo veía al frente.

Durante el trayecto a casa Juliana seguia haciendo preguntas extrañas, ¿Como te maquillas? ¿Quien te arregla el cabello? y cosas asi. Para Esther no era común que la pequeña niña que cuidaba desde hacia 8 años le hiciera estas preguntas, pero trato de contestarlas de la manera mas adecuada. Unos metros antes de llegar a casa Juliana se puso muy pegado a Esther y le dice.

-¿Y dime, que es lo que a tu novio le gusta hacer?.

Juliana tenía una sonrisa dibujada en su rostro que nunca antes había visto, su mirada iba de sus pechos a sus piernas y por último a verla a la cara, le coloca su mano suavemente en el muslo y repite la pregunta.

-¿O mejor dime que es lo que te gusta a ti?...

Por suerte y para quitar el momento incómodo llegan a casa y bajan del coche. Juliana entra primero no sin antes volver a verla con esa mirada extraña. Esther se queda un poco mas dentro del coche sin saber bien qué era todo aquello.

Maria
Dia Dos

Maria estaba terminando de cocinar cuando Esther y Juliana llegan a casa. Sale de la cocina para saludar a su hija y preguntarle sobre su examen.

-Hola hija ¿Cómo te fue en tu examen? - Juliana parece distraída como si aquello no le importara.
-Hola mamita, no te preocupes aprobé el examen- Se quita la mochila escolar del hombro para sacar algo. Saca un papel arrugado y levanta la mano para entregárselo a su madre. -Aquí lo tienes mamita.
-¿Pero que es esto cariño? ¿Sacaste un seis? Debe ser la primera vez que bajas de un 9.
-Igual es aprobatorio ¿no? No lo hice nada mal.
-Ehhh… si, hija ve a cambiarte ya pronto serviré la comida.

Juliana va a su habitación mientras Maria se queda perpleja con la nueva actitud de su pequeña hija. Esperaba que aquello no fuera algo recurrente, siempre fue educada y estudiosa.

Ya en la cena, todo parece normal, Juliana se sienta en su lugar y Alberto lee mensajes en su teléfono. La conversación solo fluye entre Maria y su esposo y Juliana solo responde con monosílabos si se le cuestiona algo.

- Pimpollito, tu hija salio con calificación muy bajo en su examen hoy.
-¿De verdad? ¿Estuvo muy dificil hija?
-Pues creo que lo hice bien para no haber estudiado mucho, además las calificaciones no dicen nada sobre la inteligencia de las personas. Juliana ni siquiera levantó la mirada del plato para responder aquello.
-Bueno, tienes razon. Pero tu siempre estudias mucho y sabes bien que se necesita un buen promedio para entrar a una buena universidad. Además tu fiesta de 15 años depende mucho de tus calificaciones.
-Ya les dije que no quiero fiesta, preferiría que me dieran ese dinero que costara todo.
-Pero si estabas muy ilusionada ya hasta fuimos a ver el vestido que usarás, tenemos el local y todo listo hija.
-Pues deberíamos cancelarlo porque no me interesa, te repito preferiría ese dinero.
-¿Que te esta pasando hija? Pareces otra persona.
-Termine. ¿Puedo ir a mi habitación?

Maria se queda un momento pensativa esperando a que Alberto diga algo pero este regresa a su teléfono.

-Esta bien hija, sabes que solo queremos lo mejor para ti
-Lo sé mamita, yo tambien quiero lo mejor.

juliana se levanta y se retira a su cuarto. 

Continuara....

martes, 9 de junio de 2020

Sorprendidos

Muy pronto Karina y yo ayudaremos a alguien a cambiar de cuerpo y vivir una nueva experiencia.