viernes, 19 de julio de 2019

Padre de Familia 2


Me falta mucho por hacer en esta historia ya tengo el borrador echo y el final pero aun tengo que pulir todo el contenido, veo que muchos quieren la segunda parte, esto es solo un adelanto(Y por lo tanto también mucha paja), advierto, no es la típica historia, no hay mucho sexo ni trama sexual, todo es desde la visión que tendrían las personas ajenas al cambio de cuerpo, nuestros protagonistas no saben que pasa pero nosotros los lectores si, así que, espero lo disfruten.

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5:40 AM
La casa de la familia Torres parecía estar en silencio total mientras todos dormían, pero cuando Maria despierta para preparar el desayuno, nota que en el cuarto de su hija se escuchan ruidos. Se acerca silenciosamente y pone oído contra la puerta.
“No esto no es asi… debo verme mas como ella… ¿Dónde chingados guarda sus fotografías de la escuela?...  mierda, asi no… ”
Aunque le extraña un poco decide no molestar. - Después de todo tendrá un examen hoy – piensa. Y asi empieza un nuevo dia.

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Alberto
Dia Dos

Para Maria todas las mañanas empezaban igual despertar temprano para prepar el desayuno familiar. Mientras Alberto se alista para salir al trabajo y su hija para la escuela.

-Buenos días “pimpollo”, ¿Dormiste bien?
-Genial “pimpollita” ¿Juliana ya esta lista? Debo salir unos minutos antes hoy.
-No a salido de su cuarto aun. Espero no se allá quedado dormida hasta tarde estudiando. Esta mañana la escuche hablando en su cuarto, fue algo raro en realidad…

Juliana bajo las escaleras silenciosamente y saludo a la familia, sonreía y vestia de manera adecuada su uniforme, su peinado regreso a ser el mismo de siempre. Sus ojos muy abiertos y la sonrisa enorme parecía que quería que la notaran, como llamando la atecion para demostrar su “normalidad”

-Hola “papasitos” Buenos días tengan ustedes. “Mamita” te ves muy bien hoy y ese desayuno huele muy rico.

Sus expresiones eran raras y algo exageradas pero Alberto y María no sabían porque. “seguramente es una etapa” pensaron. El desayuno fue rápido y salieron Padre e hija rumbo al colegio. En el coche, Alberto también noto extrañeza de que su hija no pusiera la estación de radio que siempre escuchaba, no hubo conversación alguna. Juliana solo miraba a la calle y tomaba de su cabello enredándoselo entre los dedos, parecía algo que le era ajeno en ella.

-¿Todo bien hija?
-Eh… si “papasito”. – Su sonrisa era como de “reptil” recordó Eduardo.
-¿Te preparaste para tus exámenes?
-¿Que tan difícil pueden ser unos exámenes de secundaria? No creo que tenga problemas “papasito”.
-Muchos chicos pensarían que son difíciles las matemáticas y la historia es de estudiar mucho.
-Pues muchos chicos pero no yo. Sumas y restas y aprenderse algunas fechas.

Definitivamente algo no era igual. Su manera de hablar y de moverse y hasta los gestos en su cara. Alberto no lograba identificar si todo aquello era raro o solo etapas de la juventud. Cuando se acercaron a el colegio ella pidió que la dejara en la esquina.

-Ayer cuando te deje en esa esquina vi que un hombre de la calle te dijo algo.
-Si “papito” el solo quería saber la hora.
-Mucho cuidado con hablar con extraños hija, no todas las personas son buenas.
-Lo se. Aquí me bajo “papito” que tengas un bonito dia.
-¿No le daras un beso a tu papa?
-Egh… se me hace tarde adiós.

Juliana baja apresuradamente del coche. Alberto solo queda un poco extrañado por la actitud de su pequeña hija. Se detine un momento mas en la esquina para ver que entre segura hasta el colegio. Cuando Juliana pasa frente al lugar donde los vagos acostumbran a estar, nota que ella se queda mirando fijamente al hombre que esta acostado en el suelo, no es el mismo de ayer. Parece que le dice algo pero el hombre la ignora. Cuando juliana siente que su padre la observa camina a prisa a la entrada del colegio. Alberto sigue su camino al trabajo.

Rebeca
Dia Dos

Rebeca de 14 años una niña de cabello oscuro y piel clara de estatura promedio para su edad vestia el uniforme de deporte a un lado de la entrada al colegio mientras esperaba a su mejor amiga Juliana. Cuando pasa a su lado sin darse cuenta y volteando hacia todos lados igual que el dia anterior pero esta vez Rebeca le habla.

-OYE JULIANA-

Juliana volteo pero su mirada no se encontró con la de su amiga, solo paso como si no la conociera, solto una mueca extraña y Rebeca pensó que escupió de manera grotesca hacia el suelo. Por un momento levanto la mano y fue ahí donde Juliana se dio cuenta que era ella quien le hablaba.

-Hola Juliana, ¿qué fue lo que te paso ayer? Vi que entraste y corriste a los baños te perdiste los exámenes. – Juliana la vio de pies a cabeza como cuando alguien ve a un animal extraño.
-Si me sentía mal del estómago y corrí a buscar los baños-
-Vaya amiga, con razón estuviste ahí por dos horas y después en la dirección no se que tanto tiempo más-
-Si “amiguita” es que le pedí un cigarrillo a la directora y se enojó “muchote”-  Su expresión y la manera de decir las palabras aparentemente familiares sonaba raro en ella, Rebeca lo noto pero no dijo nada solo sonrió.
-Supongo que te perderás la clase de deportes esta mañana por ir a hacer los exámenes hoy, también te perderás de ver a Alan en esos micro shorts- Rebeca se sonrojo un poco pero para Juliana fue como si no supiera de que hablaba –Bien entonces ¿Te veré después en el almuerzo?-
-Claro amiguita, pero tengo una pregunta ¿Sabes donde tengo que hacer esos exámenes?

Tras explicarle donde se ubicaban los edificios y salones a los que Juliana debería estar acostumbrada a caminar las dos amigas se separaron.

Pasaron unas horas para que Juliana terminara los exámenes, Rebeca ya la esperaba fuera del aula para ir a almorzar a la cafetería de la escuela. Cuando Juliana salio llevaba los exámenes en su mano derecha arrugados en forma de tubo, y la mochila en la otra mano cargándola casi a rastras.

-¿Te fue mal en esos exámenes?-
Juliana solo se encojio de hombros y hizo una mueca.
-Aprobé creo que eso es lo  importante.-
-Por suepuesto tu siempre sacas buenas notas eres de las mas listas del salón de clase. Vente vamos al comedor.- Tomo de la mano a su amiga y la jalo drante un tiempo por todo el pasillo hasta llegar al comedor- Ahí esta mira- Apunto a un grupo de chicos que se encontraban en una mesa al lado de las ventanas. Juliana no le tomo nada de interés.
-Supongo que ahora deberían de gustarme alguno de ellos, ¿No?-
Aquello pareció la pregunta mas extraña que jamás había escuchado Rebeca.
-Ahí esta Alan… ¿No le vas a decir nada? Se supone que será tu chambelán en tus quince años.
-Ah… sobre eso… no me interesa tener una fiesta, ayer escuche a la mamacita de mi madre decir algo sobre eso pero creo que cancelare todo, no es algo que quiera hacer.

Juliana avanzó tranquilamente a una de las mesas del centro y se sentó, era temprano aun y no había mucha gente en el comedor. Su postura al sentarse era extraña y su falda quedo un poco arriba aunque no mostraba nada si estaban un poco abiertas. Rebeca se le acercó incrédula aun por lo que había dicho se puso frente a a ella y le cerro las piernas con sus manos. Juliana solo la miro y sonrió.

-Gracias “amiguita” olvide que traigo la falda, igual y llevo puestos unos calzones no me verían más allá de eso.-
-De verdad que no se que te pasa. Es como si fueras alguien mas y no me llames “amiguita” soy Rebeca o ya lo olvidaste.-
-Claro que no Rebeca, háblame de los chicos guapos del colegio-
-Algo te pasa, ¿andas en tus días o algo asi?-
-No se a que te refieres, soy la misma de siempre-

En eso una tercera chica se une a la conversación.

-Vaya veo que la cerebrito ya salio de sus exámenes, ¿Cómo te fue Juliana? ¿otro 100 para tu colección? Chica perfecta.

Adriana acompañada de otras tres chicas de la clase, la clásica chica pasiva agresiva de la escuela, chica popular pero maldita a la vez. Era bella lo que le sigue, tenía quince años pero aparentaba 21 totalmente desarrollada físicamente. Juliana y rebeca se voltearon a verla. La mirada de juliana era lasiva algo lastimosa sobre los pechos de Adriana, su lengua se arremolinaba dentro de su boca.

-¿Qué te pasa niña que me estas viendo? ¿Acaso no te basta con tus tetas que ahora quieres las mias? machorra-  se cruso de brazos para ocultarse los pechos, sus amigas cuchicheaban y reian.

Juliana aun no decía nada cuando rebeca intervino.

-¿Qué es lo que quieres Adriana? Nosotras no te hemos hecho nada.-
-No quiero nada de ti niñita, solo quería saludarlas
-Estamos bien gracias Adriana, te ves encantadora hoy- Por fin dijo Juliana – se te ofrece algo mas “mamacita”- Esto ultimo lo dijo con un tono muy sugerente.

Todo aquello parecía extraño y hasta incomodo para Adriana, Juliana nunca había sido asi de confrontaciones, no podía con aquello y no se arriesgaría a ser humillada la sentía segura y distinta, seria mejor enfrentarla en otro lugar si es que había algo que enfrentar, después de todo para ella nadie era competencia.

-Solo quería decirte que ni se te ocurra pedirle a Alan salir contigo de chambelán el será mi novio para cuando sea tu fiesta.-
-Descuida Ya tengo otros planes y no me interesa en nada Alan ni ningún chico como el, al menos no de momento. Y además cancelare mi fiesta.-
-Me alegra que entiendas pequeña cerebrito.-

Con eso la discusión quedo acabada, la seguridad con la que hablaba Juliana era desconocida para sus amigos y conocidos, pasaron las horas y clases hasta que acabo el día en el colegio.

Continuara…

martes, 16 de julio de 2019

Blanca

Gustavo un hombre de 43 años nos envía su agradecimiento desde el su nuevo cuerpo, ahora se llama Blanca y es de Puebla tiene 24 años, no dice mas especificaciones pero desde mi punto de vista es un gran cuerpo el que posee.