domingo, 21 de abril de 2019

Padre de Familia


Primer cuento que realizo de esta manera, quiero darle un enfoque un poco diferente a lo normal de estas historias y ver como es la vida de las personas que rodean a los que cambian de cuerpo. En este caso el protagonista sera el padre de familia Alberto Torres. Espero les guste.



Alberto
Día Uno

Como todas las mañanas en un dia común Alberto y su familia desayunan antes de realizar sus labores diarias, Maria la esposa de Alberto hace un delicioso desayuno y café para su esposo, Juliana se prepara para un dia mas en el colegio.

-Buenos días hija ya lista para tus clases.
-Si Papa, hoy tengo exámenes de matemáticas y historia.

Juliana a sus 15 años apenas cumplidos era una excelente estudiante. Pronto celebrarían su cumpleaños de quinceañera y tendría una fiesta en grande.

-Hola “pimpollito” ¿Quieres crema en tu café?- Maria ama de casa de 35 años.
-Si “pimpollita” gracias, ¿Estas lista hija? Se nos hace tarde para la escuela.
-Te puse tus emparedados favoritos de lunch hija, espero que tengas un gran dia y suerte en esos exámenes.
-Gracias mamá, ya estoy lista papá.

Padre e hija suben al coche y como es usual Juliana se apodera de la estación de radio y pone la estación juvenil, Alberto pondría las noticias pero por ver a su hija feliz soporta las bandas de pop. Ese dia en particular el trafico estaba muy lento y a una cuadra antes de llegar al colegio estaba en total paro.

-Papa, puedes dejarme en la esquina para que no pierdas tiempo y llegues a tu trabajo. Sera solo media cuadra para llegar a la puerta del colegio.
-¿Estas segura hija? Esos vagos que siempre están en la esquina ¿no te molestaran?
-En este momento hay mucha gente alrededor creo que estare bien de aquí en adelante descuida.

Juliana baja del auto y Alberto sin quitar la vista de su hija ve como ella se acerca a la esquina. Uno de los hombres que esta ahí le dice algo que la detiene,  Alberto se da cuenta que le dice algo a lo que Juliana le responde.  El hombre de unos 40 o 45 años luce sucio con algo de sobrepeso, una tupida barba descuidada, solo sonríe se ve que le dice algo a Juliana y esta solo alcanza a cerrar los ojos muy fuerte, el hombre cae de espalda al mismo tiempo que la pequeña niña se hace hacia atrás alejándose. Alberto alcanza a gritarle a su hija

-HIJA ¿ESTA TODO BIEN?- La niña sonríe y saluda a su padre asintiendo con la cabeza. –ENTRA A LA ESCUELA DE INMEDIATO.

Alberto solo espero hasta que su hija entrara al colegio y se retiro del lugar. Su dia continuo normalmente, el trabajo aunque tedioso siempre tenia sus recompensas, ser gerente de una empresa importante a nivel nacional, daba un estilo de vida acomodado, pronto ten dria vacaciones  y tenia preparado llevar a la familia a la playa. Claro después de la gran fiesta de quince años de su hija.

María
Día Uno

Alberto y Juliana salieron de casa y Maria, se prepara para salir a hacer su rutina de ejercicio, que desde hace unos 9 años es una costumbre. Esperar a que llegue Esther  “la muchacha” que le ayuda en casa, casi siempre llega tarde y pone pretextos disculpándose. Maria siempre le enoja pero ya no le dice nada. Esther es una mujer joven con muchas necesidades pero también con muchas deficiencias, hasta ahora María solo la tiene porque es la mas responsable de las muchachas que a tenido en casa y tiene licencia de manejo por lo tanto puede hacer mandados como ir por Juliana a la escuela cuando Maria no puede. Hace bien su tarea y nunca se entromete en sus vidas.

-Señora, otra vez el autobús paso muy tarde espero me disculpe.
-Descuida Esther solo limpia de primero los baños y saca la basura porque hoy pasa el camión, yo saldré a correr al parque y después al gym, llegare un poco tarde ya que tengo que hacer unas compras para la niña por lo de su fiesta.
-Ok, señora ¿Quiere que pase por la niña?
-Por favor. Tratare de llegar antes de las dos para hacer la comida.

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Unas horas mas tarde Maria recibe una llamada a su celular.

-¿Señora Torres?  Soy la directora del colegio de Juliana, le hablo para reportarle un pequeño problema con su hija, no es nada de gravedad pero creo que debe saberlo.
-Por Dios, ¿Dígame que es lo que pasa? ¿Mi hija esta bien?
-Si, si señora, no es nada grave Juliana se encuentra perfectamente. Lo único malo es que falto a su primera y segunda clase, la buscamos durante dos horas dentro del plantel porque el portero reporto su ingreso, usted sabe que aquí tenemos control de entradas y salidas. Probablemente no estudio y quizás no quiso entrar a sus dos primeros exámenes, la encontramos en uno de los baños del lugar.
-Pero si Juliana es muy estudiosa eso que me comenta no lo creo. ¿Ella que es lo que dice?
-Solo dice que se sintió mal y pidió algo que esta prohibido en esta institución.
-¿Pidio algo prohibido?
-Si, cuando la encontramos y le preguntamos que hacia ella ahí, dijo que se sentía mal y quería que le diéramos un cigarrillo. ¿Usted esta enterada de si su hija fuma? No es algo que a nosotros nos concierne pero esta institución escolar se toma muy en serio las reglas de ambiente libre de tabaco.
-Claro que no, mi niña no fuma… o no que yo sepa, seguramente alguna amiga o compañera de su clase, pero la verdad es que no lo creo. ¿Debo ir por ella? ¿Esta castigada o algo?
-De momento solo será un llamado de atención y queríamos que usted lo supiera, los padres deben estar muy atentos sobre el comportamiento de sus hijos a esta edad. La adolescencia es una etapa difícil para los hijos y aun mas para los padres. Por fortuna Juliana es una chica estudiosa y de excelentes calificaciones, solo esperemos que esto no se repita ya que no seremos tolerantes. Permitiremos que mañana realice sus exámenes.
-Muy bien muchas gracias. De verdad, aprecio que me lo informe.

Esther
Día Uno

La una de la tarde y Esther sale de casa de la familia Torres para recoger a Juliana. Al llegar se dio cuenta que fuera de la escuela estaba la policía, no parecía gran cosa pero dos policías subían a un vago llorando a la parte trasera de la patrulla. Había algo raro en ese hombre pero Esther no le tomo mucha importancia. Unos metros mas adelante estaba Juliana junto a una de las maestras. Llego frente a la puerta y la maestra le indico a la pequeña que se subiera al vehículo. Juliana subió a la parte delantera del coche algo poco común ya que siempre viaja en la parte trasera. Esther solo alcanzó a lanzarle una mirada de extrañeza pero nuevamente no le tomo importancia.

-Hola mamita.- Dijo juliana al estar dentro del coche
-¿Mamita?- Sonrió Esther al ver la cara de la pequeña. -¿Se encuentra bien señorita Juliana? La veo algo… “rara”
-¿Ah?... No, estoy bien solo un poco confundida. ¿Vamos a casa?
-Si señorita, su mamá no tarda en llegar a su casa para cocinar. ¿Alguna novedad?
-No, solo quiero llegar a casa y ver a mis papis.

Sonreía pero había algo diferente en ella, Esther por su naturaleza tomo todo a la ligera y se dirigió a la casa de la familia. Durante el recorrido solo se dedicó a ver por la ventana y no converso como es usual.

María
Día uno

Cuando María llego a casa, su hija ya estaba dentro, no dudo en buscarla para cuestionarle sobre el problema de la escuela y porque falto a sus exámenes. Juliana estaba en la sala y a pesar de que ya eran casi las 2 de la tarde aun vestía el uniforme escolar. Su cabello se veía algo despeinado y muy grasoso, como si se la pasara cepillándose con los dedos de la mano durante todo el dia. Solo sonreía con una mueca poco común, cuando vio a María parecía como si nunca la hubiese visto.

-Hija ¿Qué es lo que te paso? ¿Por qué faltaste a tus clases esta mañana?
-¿Mamacita?- La pequeña sonrió y dio unos saltos acercándose a su mama con los brazos muy abiertos, su sonrisa era muy extraña, algo reptilesca. –Me sentí un poco mal mamita, me la pase en el baño solo quería tiempo para ver mis opciones-  Mientras le decía esto la abrazaba y pasaba sus manos sobre sus muslos algo que María paso desapercibido en ese momento. –Pero te prometo que ya mañana me portare muy bien mamita.

María la tomo de la cara y le vio de cerca el rostro buscando si tenia temperatura o algo, le resultaba evidente que algo andaba mal o diferente con su hija, pero no alcanzaba a adivinar que. Lo mas fácil era decir que es la adolescencia o que le había bajado la regla. Pero a Juliana la regla le bajo por primera vez hacia ya año y medio y nunca mostró comportamientos asi de repentinos por problemas hormonales. Pensó que podrían ser drogas pero es difícil que su hija le oculte algo. Al final decidió no darle mas importancia.

-Bien hija preparare la comida antes de que llegue tu papá, ¿Por qué no vas a tu cuarto a cambiarte y te peinas esos cabellos tan feos que te cargas?

Juliana solo asintió con su cabeza y subió al segundo piso, al subir las escaleras María noto que caminaba con los brazos en la espalada. –Como una anciana- pensó al verla.

Alberto
Día Uno

La comida estaba lista cuando llego a casa Alberto, su esposa le contó lo sucedido con su hija en la escuela. El no le dio mucha importancia, pensó que es solo por la edad. De momento recordó lo del vago en la mañana. ¿Podría este haberle dado algo? ¿Drogas? Desecho la idea de inmediato, ya que Juliana no estuvo lo suficientemente cerca de el como para pasarle algún psicotrópico en sus manos. El tipo cayó de espaldas y estaba a dos metros de su hija.

-¿Dónde está Juliana?
-En su cuarto la mande a cambiarse antes de comer, debe estar arreglándose aun.
-Papito… - Dijo Juliana con una voz muy infantil desde las escaleras.

Su peinado lucia extraño o al menos poco común en ella. Dos colas separadas por una línea en medio de su cabeza y la ropa era muy escaza un pequeño short de licra y una blusa apretada que hacia lucir los aun pequeños pechos adolescentes. Al acercarse a Alberto solo extendió la mano con una sonrisa.

-¿Qué pasa? ¿No vas a darle un beso a tu papá?- dijo Alberto poniendo su mejilla.
- Si papito…
-¿Todo esta bien hija? Ese nuevo look que traes es un poco… “revelador”
-Si, todo esta muy bien es solo que quería cambiar un poco, no sabia bien que ponerme.
-¿Quieres contarme que paso en el colegio hoy?
-No…
-¿No?
-Es que no me siento muy bien, además mi mamacita ya te lo puede contar.
-Ya veo. Esta bien hija, pero tendré que castigarte. Espero que te prepares para ese examen de mañana y no pierdas tiempo con tu Tablet o celular. Y te quedas sin postre y sin cena.

Alberto no entendió bien como se lo tomo Juliana, parecía no importarle eso que le acababa de decir. Esa tarde no salió de su cuarto. Por la noche antes de acostarse a dormir, María platico con su marido comentándole lo extraño del comportamiento de su hija. La manera en que sonreía y como es que le decía “Mamacita” y “papito”. O ese nuevo peinado que traía. Alberto solo podía decirle que es algo de la juventud y en realidad asi lo creía. No quiso discutir mucho así que solo tranquilizo a su bella esposa para hacer el amor como muchas otras noches. María era una mujer bella, acostumbraba a dormir con ropa holgada y cómoda pero aun así su cuerpo lucia espectacular.  La discusión quedaría pendiente para otro día.


CONTINUARA..